Se trata de una manicura ideal para no estar todo el día pendiente de que se nos salte el esmalte al hacer cualquier manipulación, recibir golpes o tener las manos en remojo mucho tiempo. No obstante, en el momento en el que nuestra manicura se estropea o resquebraja, su retirada puede ser muy dificultosa y requiere de un profesional para su reparacion o retirada.